0034-LA
DESOBEDICENCIA DE ELIAS
Elías tísbita de los moradores de Galaad,
el profeta que enfrentó al malvado Rey Acab y a su perversa esposa Jezabel.
Elías es el profeta que ha sido recordado por
siete milagros maravillosos que Dios hizo a través de su ministerio.
El profeta que se considera principal
representante de las voces proféticas del Israel antiguo testamentario y que
junto a Moisés (el referente de la Ley) aparece en el monte de la
transfiguración indicando la voz del omnipotente que la ley y los profetas son
testigos de algo más grande que ellos, la voz única y soberana del Hijo de
Dios, por quien vino la gracia y la verdad.
Elías del cual se dijo que volvería luego
de su desaparición en el siglo IX A.C., y que luego aparece no como tal sino en
lo referente a su ministerio, al propósito de volver el corazón de los padres a
los hijos y de los hijos a los padres en la persona de Juan Bautista, como dice
en Mateo 17:10-13:
“Entonces sus discípulos le preguntaron,
diciendo: ¿Por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías venga
primero?
Respondiendo Jesús, les
dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas. Mas os digo que Elías ya
vino, y no le conocieron, sino
que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre
padecerá de ellos.
Entonces los discípulos
comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista.”
Sin embargo el valiente profeta Elías quien enfrenta
a otros hombres con la tenacidad de su confianza en Dios y los vence, es
vencido por una mujer, es vencido por la lengua amenazante de una víbora,
Jezabel llega a intimidarlo de tal manera que sale huyendo en lugar de
enfrentar la situación con fe en Dios y tampoco consulta a Dios antes de hacer
tal huida.
Y allí se ve al gran profeta convertido en
un hombre reducido huyendo de las amenazas de una mujer endemoniada, sumergido
en depresión y recriminándole a Dios el ser tristemente el último de los
profetas que ahora sale huyendo para salvar su vida.
Así dice el relato en 1 Reyes 19
1Acab
dio a Jezabel la nueva de todo lo que Elías había hecho, y de cómo había matado
a espada a todos los profetas.
2 Entonces envió Jezabel a
Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si
mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos.
3 Viendo, pues, el
peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está
en Judá, y dejó allí a su criado.
4 Y él se fue por el
desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando
morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que
mis padres.
5 Y echándose debajo del
enebro, se quedó dormido; y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo:
Levántate, come.
6 Entonces él miró, y he
aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y
comió y bebió, y volvió a dormirse.
7 Y volviendo el ángel de
Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino
te resta.
8 Se levantó, pues, y
comió y bebió; y fortalecido con aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta
noches hasta Horeb, el monte de Dios.
9 Y allí se metió en una
cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo:
¿Qué haces aquí, Elías?
10 El respondió: He sentido
un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han
dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus
profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.
11 El le dijo: Sal fuera, y
ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y
poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová;
pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová
no estaba en el terremoto.
12 Y tras el terremoto un
fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y
delicado.
13 Y cuando lo oyó Elías,
cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he
aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?
14 El respondió: He sentido
un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han
dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus
profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.
15 Y le dijo Jehová: Ve,
vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a
Hazael por rey de Siria.
16 A Jehú hijo de Nimsi
ungirás por rey sobre Israel; y a
Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar.
17 Y el que escapare de la
espada de Hazael, Jehú lo matará; y el que escapare de la espada de Jehú,
Eliseo lo matará.
18 Y yo haré que queden en
Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron.
¿Agrado a Dios la actitud de Elías? ¿Aprobó
Dios aquel acto de su representante?
No, y en una pregunta
hecha en la cueva donde había llegado se resume el desacuerdo de Dios con Elías.
¿Qué haces aquí, Elías?
Años antes otro gran
hombre de Dios habría perdido un privilegio con el cual soñó toda su vida, por
causa de no representar bien a Dios, Moisés quien golpeo dos veces la roca para
sacar agua milagrosamente. (Dios le había dicho que hablara a la Roca no que la
golpeará).
Dios paciente quería
enfrentar a un pueblo rebelde y contradictor y mostrar paciencia en esa
ocasión, pero su representante mostró
ira y como lo que Moisés hacía o decía era considerado por el pueblo el mensaje
de Dios, terminó dando un mensaje
diferente.
Ahora era Elías huyendo
de un enemigo de Dios, como si Dios huyera amedrantado por aquella mujer (y sus
demonios), así el representante había fallado.
Y en la cueva Elías no
se retracta, sino que confirma su postura, así que la decisión divina es tomada:
Ha terminado el ministerio de Elías Tísbita y deberá ser reemplazado.
Y es que Elías quizás no
sabía cuántos planes más Dios tenía con él, planes tan grandes pues su misión
no había terminado, pero Elías se salió del programa divino.
Dios a veces tiene
planes tan grandes que tristemente son abortados por la desobediencia nuestra.
¡qué triste, que lamentable!
Otro de sus grandes
representantes el Rey David, fue con su pecado de adulterio, homicidio y
mentira quien hizo blasfemar el Santo nombre de Dios, haciendo que los enemigos
de Dios tuvieran excusa para vomitar sus excrementales palabras contra el
Altísimo. (Como sucede hoy día con aquellos que aborrecen a Dios y a su Cristo y
hablan pestes, en algunas ocasiones sirviéndose del mal testimonio de quienes
dicen representar a Dios).
Y allí esta Elías siendo
relevado de su ministerio como consecuencia de su desobediencia (al que más se
le da, más se le exige).
Pero Elías no se detiene
en su mala actitud… Elías continúa en una clara actitud de desobediencia y enojo
contra Dios, y no tiene la menor intención de pasar humildemente su investidura
a otros.
¿Qué dice la santa
comisión a Elías?
15 Y le dijo Jehová: Ve,
vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a
Hazael por rey de Siria.
16 A Jehú hijo de Nimsi
ungirás por rey sobre Israel; y a
Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar.
Pero Dios sabía que Elías
no tenía muchas ganas de cumplir estas tres tareas, así que Dios provoca un
encuentro obligado con Eliseo:
“Partiendo él de
allí, halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de sí, y
él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto.
20 Entonces dejando él los
bueyes, vino corriendo en pos de Elías, y dijo: Te ruego que me dejes besar a
mi padre y a mi madre, y luego te seguiré. Y él le dijo: Ve, vuelve; ¿qué te he
hecho yo?
21 Y se volvió, y tomó un
par de bueyes y los mató, y con el arado de los bueyes coció la carne, y la dio
al pueblo para que comiesen. Después se levantó y fue tras Elías, y le servía.
(1 Reyes 19:19-21)
Dios le había
dicho: “UNGIRAS” a este y aquel para los
cargos de reyes y profeta que he determinado…
Pero Elías Tísbita no
unge a Eliseo, sino que con un acto de desagrado echa sobre Eliseo su manto
y aun cuando Dios logra que Eliseo suceda a Elías, no por eso deja de notarse
la mala actitud de Elías (Elías no se esperaba que Elíseo era de esas personas insistentes
y difíciles de quitar de encima, y a Elías le toca a regañadientes aceptar su
compañía.)
Luego el sucesor,
Eliseo, recibiría una doble porción de unción y catorce serían los milagros que
Dios haría a través de este profeta.
¿Pero qué hay de las
otras dos misiones?
Elías debía además ungir
a Jehú por rey sobre Israel y a Hazael por rey sobre Siria, Elías no lo hace,
simplemente no lo hace.
Pero Dios hace que se
cumpla su palabra por medio de otros, y Eliseo luego del rapto de Elías, unge a
Hazael por rey sobre Siria
“Y Hazael dijo: Pues, ¿qué es tu siervo, este
perro, para que haga tan grandes cosas? Y respondió Eliseo: Jehová me ha
mostrado que tú serás rey de Siria.” (2 Reyes 8:13)
y otro hombre, un hijo de los profetas, del
cual no tenemos nombre, es enviado a ungir a Jehú por rey sobre Israel
1 Entonces el profeta Eliseo llamó a uno de
los hijos de los profetas, y le dijo: Ciñe tus lomos, y toma esta redoma de
aceite en tu mano, y ve a Ramot de Galaad.
2 Cuando llegues allá,
verás allí a Jehú hijo de Josafat hijo de Nimsi; y entrando, haz que se levante
de entre sus hermanos, y llévalo a la cámara.
3 Toma luego la redoma de
aceite, y derrámala sobre su cabeza y di: Así dijo Jehová: Yo te he ungido por
rey sobre Israel. Y abriendo la puerta, echa a huir, y no esperes. (2 Reyes 9:1). Y Jehú luego es usado para
acabar con la perversa Jezabel.
Y así y de muchas
maneras Dios cumple sus planes, a pesar de nuestras desobediencias.
Solo un siervo de Dios
fue capaz de cumplir con fidelidad, de manera perfecta todo el consejo de Dios,
su Padre, solo Jesucristo ha dado un testimonio tan poderoso que su mismo
testimonio sostiene el cumplimiento de los planes futuros de Dios sobre su
creación.
… Adora a Dios; porque el
testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía. (Ap 19:10b)
Elías Tísbita fué un
precursor de la venida de Cristo, y su desobediencia fue castigada en esta
vida, siendo reemplazado.
Moisés fue un precursor de
la venida de Cristo, y su desobediencia fue castigada en esta vida, no
permitiéndosele entrar a la tierra prometida.
Pero ambos personajes
tuvieron especial entrada en las glorias y moradas eternas, y su herencia
recibieron por la eternidad, Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo. (Hebreos 12:6).
Como he
dicho por muchos años: el peor castigo no es la reprensión o disciplina que
alguien recibe por su pecado, el peor castigo (que millones reciben, al no
tener a Dios como Padre) es no recibir castigo en esta vida, es hacer lo que
quieran, decir lo que quieran y aun así prosperar en su mal concebida libertad
y rebelión contra Dios y al parecer no haber quien
los detenga.
Porque
Dios corregirá y castigara en esta vida a sus hijos para que su herencia eterna
no sea afectada o lo menos posible.
Pero
los abortivos y los que nunca han dejado de ser hijos del diablo vivirán en
esta vida su momento de placer y delicias del pecado, y muchos en poco serán
estorbados y algunos corazones de piedra lanzarán las más duras palabras contra
el Dios del cielo y las mayorías de este mundo estarán con ellos, pero al final
un Juicio eterno afrontaran y un castigo de lloro y crujir de dientes les
matara dos veces por la eternidad.
Pero Dios
no quiere el destino de condenación a los hombres (aun cuando lo merecen al
colmo), por eso envió a su hijo Jesucristo, en amor y en pago de nuestras
maldades y pecados, para que todo aquel que en él cree no se pierda más tenga
vida eterna.
Elías
fue desobediente y fue relevado, al igual que Moisés. Eliseo reemplaza a Elías
y Josué recibe la posta de Moisés, pero a ninguno de ellos había llegado la
hora final de su misión y no pudieron decir como si dijo el apóstol Pablo: he
terminado mi carrera, cumplido mi misión”.
¿Por
qué ocasionaras tu reemplazo antes de tiempo?
Obedece y sin temor no dejes tu lugar!.
John
Jairo Cruz V.
Susurrodeesperanza@gmail.com